martes, 21 de octubre de 2008
Santa Ana
En Santa Ana, llenamos nuestros boletos de votación para la elección en Los Estados Unidos. Fuimos a una tienda a comprar sobres para mandarlos y nos pusimos a hablar con la dueña de la tienda. Ella tenía mucho interés en la elección de este año, principalmente porque su hijo esta trabajando en Los Ángeles y la economía le afecta mucha. Ella nos contó sobre un viaje a visitar su hijo hace tres años.
Lección en el Tango
Sábado, 11 Octubre, después de llenarnos durante la feria gastronomía en Juayúa, bordamos un bus para Santa Ana. Llegamos un poco tarde, pero fuimos directamente al Teatro de Santa Ana que se ve en esta foto. Había una presentación del tango que queríamos ver. Tres parejas bailaron por dos horas en una danza magnifica y casi mas sensual que el Típico.
lunes, 13 de octubre de 2008
Fería Gastronomía y Competencia Nacional de Bandas
Sábado, 11 de Octubre, 25 bandas llegaron a Juayúa, El Salvador para competir en un concurso nacional de bandas. Los grupos hicieron un desfile por las calles del pueblo. También había una feria gastronomía. Comimos conejo a la plancha con una mezcla de frijoles licuados y arroz que los salvadoreños llaman casamiento mientras que los grupos competieron delante de los jueces.
viernes, 10 de octubre de 2008
Sandinistas
Al salir de Managua en Lunes 29 Septiembre, decidimos a quedarnos un par de días en León. El pueblo estuvo celebrando los patronales de San Jerónimo y había puestos de venta de chechere, comida y cerveza atreves del parque central enfrente de la iglesia donde una escultura de un león se cuida la sepultura de Rubén Darío. Al otro lado del parque, hay un palacio anciano que era un palacio municipal de la guardia nacional hasta la revolución. En León uno no puede olvidar que Nicaragua pasó por una revolución recientemente. Las banderas del partido Sandinista (el partido de Daniel Ortega, el presidente) se quedan puestos a los faroles alrededor de la ciudad. La bandera fue hecho primero por Augusto César Sandino, un revolucionario folclórico Nicaragüense y es rojo y negro.
Enfrente el palacio municipal, un grupo de hombres medios viejos estuvo celebrando el día de San Jerónimo chupando botellas de cerveza y fumando. Yo había leído sobre un museo de la revolución que yo quería visitar, pero Penny no quería pasar el grupo de hombres medio borracho sin saber seguramente que el museo se queda en el edificio donde ellos tomaron. Pero nuestro coraje subió cuando uno de los hombres nos llamó, "Museo ... Revolución". Y entonces, nos marchamos hasta el edificio a ver que tal con el museo.
Principalmente tiene copias de periódicos viejos pegados a las paredes de un cuarto con tape. Pero hay varios mapas y se muestra también ejemplos de las bombas hecho por mano y usado por los Sandinistas. Nuestro guia, uno quien cargaba el olor de cerveza y humo, demoró mas de una hora dándonos la historia revolucionario de Nicaragua. El museo sirve como un VFW en los Estados Unidos, como un club para ex soldados. Roberto usó un palito a apuntar las fotos y su conocimiento de la historia era impresionante. Al fin de la exhibición, nos trajo al azotea para ver la ciudad de la cima. Nos apuntó las tres cárceles que la guardia nacional uso durante la guerra el fue preso en dos y al soltar lo, salió para las montañas. Me dijo la palabra amontañado, "estaba amontañado varios años".
Su actitud sobre la guerra me recordó de una obra de teatro por Camus que leí hace 10 años. No recuerdo el nombre, pero recuerdo su guerra que llegó como una tormenta a los pueblos de España. Roberto y sus colegas me parecían como sus vidas fueran agarrado por una tormenta afuera de su control. Y si estuviéramos viendo una victoria (al fin, ellos estaban disfrutando el día de San Jerónimo en un palacio que sacaron de la guardia) tendría que preguntar si esta victoria fuera lo que esperaron. Mas tarde, en el hotel, aprendí que la dueña huyó del país por 20 años a Guatemala durante la guerra. Si fuera una tormenta, tendría que decir que tiró mucho agua en León.
Enfrente el palacio municipal, un grupo de hombres medios viejos estuvo celebrando el día de San Jerónimo chupando botellas de cerveza y fumando. Yo había leído sobre un museo de la revolución que yo quería visitar, pero Penny no quería pasar el grupo de hombres medio borracho sin saber seguramente que el museo se queda en el edificio donde ellos tomaron. Pero nuestro coraje subió cuando uno de los hombres nos llamó, "Museo ... Revolución". Y entonces, nos marchamos hasta el edificio a ver que tal con el museo.
Principalmente tiene copias de periódicos viejos pegados a las paredes de un cuarto con tape. Pero hay varios mapas y se muestra también ejemplos de las bombas hecho por mano y usado por los Sandinistas. Nuestro guia, uno quien cargaba el olor de cerveza y humo, demoró mas de una hora dándonos la historia revolucionario de Nicaragua. El museo sirve como un VFW en los Estados Unidos, como un club para ex soldados. Roberto usó un palito a apuntar las fotos y su conocimiento de la historia era impresionante. Al fin de la exhibición, nos trajo al azotea para ver la ciudad de la cima. Nos apuntó las tres cárceles que la guardia nacional uso durante la guerra el fue preso en dos y al soltar lo, salió para las montañas. Me dijo la palabra amontañado, "estaba amontañado varios años".
Su actitud sobre la guerra me recordó de una obra de teatro por Camus que leí hace 10 años. No recuerdo el nombre, pero recuerdo su guerra que llegó como una tormenta a los pueblos de España. Roberto y sus colegas me parecían como sus vidas fueran agarrado por una tormenta afuera de su control. Y si estuviéramos viendo una victoria (al fin, ellos estaban disfrutando el día de San Jerónimo en un palacio que sacaron de la guardia) tendría que preguntar si esta victoria fuera lo que esperaron. Mas tarde, en el hotel, aprendí que la dueña huyó del país por 20 años a Guatemala durante la guerra. Si fuera una tormenta, tendría que decir que tiró mucho agua en León.
martes, 7 de octubre de 2008
Nica Hope Managua, Nicaragua
Viernes, 27 Septiembre llegamos a Managua en la tarde. Durante toda la ruta entre Granada y la capital, el ayudante gritó 'la uca ... la uca ... la uca'. Sin saber que quería decir 'la uca', yo pensé que el decía 'busca la ... busca la' sin pronunciar la b ni la s. De repente, cuando llegamos, aprendimos que habíamos andado en un bus para La UCA, el barrio donde se queda la Universidad Centroamericana (UCA). Agarramos un taxi y fuimos directamente a la oficina de Nica HOPE en Acahualinca donde topamos con Deanna Ford nuestra amiga y la directora del programa.
Nica Hope trabaja con la gente de Acahualinca y La Chureca. Acahualinca rodease el basurero de Managua mientras que La Chureca se queda adentro el basurero. El trabajo principal en las comunidades es recoger desechos de los perdicios que se pueden ser reciclado (plástico, hierro, aluminio), lavarlos y venderlos. Sábado paseamos con Alejandra, una mujer de La Chureca, quien trabaja con Nica Hope y quien quiere abrir una casa cuna donde madres pudieran dejar sus hijos infantiles mientras que trabajan sin mandar sus hijos mayores a quedar en casa para cuidar los cuando deberían estar en la escuela. Hay muchos alumnos de los barrios quienes no asisten clases porque tienen que cuidar a sus hermanos menores en casa.
Fuimos al lote donde ella quiere poner un rancho con la idea de tener espacio para 32. El lote pertenece a un parte de Acahualinca donde un río topa con el lago. Porque el barrio se queda al lado de la orilla, tiene el nombre La Playa. La gente viven en chozas muy similar a las de Muekidete donde viví en Panamá. Las casas son de zinc y tienen pisos de suelo. Algunos patios tienen huertitos con arboles y flores. Pero mientras que me parecía muy similar a Muekidete, habían diferencias muy claras. En vez de nubes flotando por el aire entre cerros cubiertos en bosques, La Playa tiene humo de los fuegos en el basurero. En vez de madres separando cerezas rojas de café de las verdes, mientras que los pelados miran el trabajo, las madres separan plásticos y lavan el basura. Y mientras que las brisas de Muekidete lavan el aire con una dulceza, el aire el La Playa siempre tiene el olor del basurero.
Pero mientras que conocía una pobreza idéntica a la que se halla en Muekidete, a excepción de ser un versión urbana, conocí también una gente graciosa, alegre y cariñosa como la gente de Muekidete. Y eso me puso extrañando mis amigos Ngäbe.
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